La contabilidad de devengo se refiere a una metodología contable en la que los ingresos y gastos se registran en el momento en que se obtienen o se incurren, independientemente de si el pago se ha recibido o realizado realmente. A diferencia de la contabilidad de caja, que solo reconoce las transferencias de dinero reales, la contabilidad de devengo ofrece una imagen más clara del rendimiento financiero y las obligaciones de una empresa.
En la contabilidad de devengo, las empresas registran las ventas y los gastos según su ocurrencia económica. Por ejemplo, si una empresa entrega bienes o presta servicios en diciembre, pero no recibe el pago hasta enero, la contabilidad de devengo reconoce los ingresos en diciembre, cuando se produce la transacción.
Una ventaja esencial de la contabilidad de devengo es la alineación de los ingresos y gastos de una empresa dentro del mismo período financiero. Esto permite a las partes interesadas comprender con precisión el rendimiento financiero dentro de plazos específicos.
La periodificación puede aplicarse a múltiples áreas de la contabilidad, incluyendo los ingresos devengados (ingresos no pagados, pero ganados) y los gastos devengados (costes incurridos pero aún no pagados). Un seguimiento preciso de la periodificación ayuda a las empresas a cumplir con las normas, garantizar la transparencia y mejorar la fiabilidad de la información financiera.
Sin embargo, el método de devengo puede dar lugar a complejidades, como la necesidad de llevar un registro exhaustivo y la posible confusión en la gestión del flujo de caja. En general, la contabilidad de devengo sigue siendo la norma preferida por muchas empresas que buscan registros financieros precisos y realistas.