El punto de equilibrio (cálculo) es una métrica financiera fundamental que utilizan las empresas para determinar cuándo los ingresos totales igualan los costes totales. En pocas palabras, muestra cuántas unidades deben venderse o cuántos ingresos deben generarse para cubrir todos los gastos, sin generar ganancias ni pérdidas.
Para calcular el punto de equilibrio es necesario comprender dos categorías de costes: los costes fijos (gastos que permanecen constantes independientemente del volumen de producción) y los costes variables (gastos que varían directamente con el nivel de producción).
Las empresas utilizan los cálculos del punto de equilibrio para tomar decisiones estratégicas, como establecer estrategias de precios, explorar medidas de control de costes y evaluar la viabilidad de los proyectos. Comprender y analizar el punto de equilibrio ayuda a garantizar la sostenibilidad del negocio, ya que aclara lo que se debe lograr financieramente para evitar pérdidas y avanzar de forma constante hacia la rentabilidad.
En resumen, el cálculo del punto de equilibrio aporta claridad a los objetivos financieros, lo que ayuda a las empresas a tomar decisiones más inteligentes.